El ibuprofeno y omeprazol son dos medicamentos muy utilizados en la actualidad, pero existen dudas bastante habituales así como muchos mitos que se han extendido acerca de su consumo, de manera que el objetivo va ser el de arrojar un poco de luz para que el usuario tenga la máxima tranquilidad y garantice su seguridad en el consumo.
Que son el ibuprofeno y omeprazol
Lo primero y más importante es que aprendamos qué tipo de medicamento son tanto el ibuprofeno como el omeprazol, así como sus aplicaciones:
- Ibuprofeno: el ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo, el cual se utiliza principalmente para los casos en los que se presenta inflamación, pero también como analgésico y antipirético. No tiene exigencias en materia de dieta, y cuenta con algunos efectos secundarios que en la mayoría de casos son leves, incluyendo zumbido en oídos, estreñimiento o diarrea, gases, distensión abdominal, nerviosismo o mareos.
- Omeprazol: se trata de un medicamento protector de estómago que se utiliza en los casos en los que se produce acidez o reflujo gastroesofágico, evitando las lesiones o dolencias que se puedan producir a raíz de estos. Entre sus efectos secundarios más frecuentes destacan el dolor de cabeza, estreñimiento, diarrea, vómitos, náuseas y gases.
Es muy importante tener en cuenta que, aunque normalmente no presentan efectos secundarios o son leves, cualquier tipo de medicamento puede tener efectos secundarios de mayor gravedad y, en cualquier caso, si se observa alguno de los efectos secundarios mencionados anteriormente u otros diferentes, es importante contactar con el médico con el objetivo de realizar una valoración que permita determinar si es viable seguir consumiendo el medicamento.
Dosificaciones de ambos medicamentos
Ahora que conocemos un poco mejor tanto el ibuprofeno como el omeprazol, es importante conocer la dosificación.
Lo mejor que podemos hacer para ello es seguir las indicaciones de nuestro médico, el cual habrá hecho un estudio que le permita determinar cuál es la dosis más indicada de cada uno de ellos para nuestro caso en concreto, en función de los problemas de salud que presentemos así como de las particularidades físicas individuales.
En el caso del ibuprofeno, generalmente se presenta en versión de 400 mg o 600 mg.
La de 400 mg no precisa de receta médica, pero la versión de 600 mg ya requiere una receta para su adquisición.
Sin embargo, cabe destacar que los efectos en ambas concentraciones son muy similares, por lo que hay que dejar de lado la falsa creencia de que el ibuprofeno de 400 mg es poco eficiente.
Es muy importante que la ingesta del ibuprofeno se haga con comida, ya que de esta forma vamos a conseguir reducir el impacto de los ácidos estomacales que se producen en el momento de su consumo.
Por su parte, el omeprazol, es un protector de estómago diseñado para personas que padecen de reflujo gastroesofágico o para el tratamiento de úlceras gástricas.
Su objetivo es el de reducir el volumen de ácidos que se producen en el estómago, es decir, no crea una capa de protección para evitar el daño al estómago como hacen la mayoría de protectores, sino que reduce la producción de ácidos.
No se recomienda consumir omeprazol con alimentos, ya que reducen la absorción, además de que no es aconsejable si se está consumiendo antibióticos, ya que puede reducir la efectividad de estos.
En este caso, lo ideal es tomarlo en ayunas, y con al menos 30 minutos de antelación al desayuno, logrando de este modo que su efecto sea de hasta 24 horas, tiempo durante el cual la producción de ácidos será muy inferior.
¿Se pueden consumir a la vez ibuprofeno y omeprazol?
Ambos medicamentos se pueden consumir a la vez sin ningún tipo de problema, y de hecho, cuando se toman antiinflamatorios como es el caso del ibuprofeno, siempre se recomienda combinar con un protector de estómago como es el caso del omeprazol.